El ministro de Salud, Juan Manzur, explica el relieve del Programa Remediar, que provee gratuitamente medicamentos esenciales a alrededor de 7.000 Centros de Atención Primaria de todo el país, con una inversión de $4.500 millones.
La entrega del botiquín un millón del Programa Remediar es un hecho histórico porque representa la consagración de una política de Estado que repara una carencia social.
Esto es así porque desde 2002, durante la grave crisis económica y social que atravesaba el país, la cartera sanitaria nacional puso en marcha un plan para proveer gratuitamente medicamentos esenciales a alrededor de 7.000 Centros de Atención Primaria de todo el país para cubrir las necesidades de 15 millones de personas sin seguridad social.
El plan, que lleva ocho años de existencia, representa hasta hoy una inversión por más de 4.500 millones de pesos en transferencias de medicamentos a valor de bolsillo, lo que constituye un promedio mensual de 1,3 millones de recetas emitidas y un total acumulado de más 110 millones de recetas.
El plan no es un capítulo más en la Política Nacional de Medicamentos, porque está dirigido a la población más vulnerable, los pobres, que son quienes más se enferman, y los que menos dinero tienen para afrontar una enfermedad, además de no poseer cobertura asistencial. Y sus resultados son concretos: un botiquín o kit modelo, tiene remedios suficientes para atender 300 consultas.
La sustentabilidad de esta política radicó en la articulación con los 24 gobiernos provinciales y alrededor de 2.000 gobiernos municipales, que entendieron que el acceso a los medicamentos es un elemento fundamental para una política sanitaria eficaz, que tienda a estrechar los niveles de desigualdad garantizando a todos el derecho a la salud.
La implementación de esta política con las provincias se realizó concibiendo un país de alta accesibilidad a la atención médica, para lo cual el gobierno nacional invirtió esfuerzos y recursos para la ampliación de la red pública, que viene extendiéndose como en ningún otro país de Latinoamérica.
Esto es así porque desde 2002, durante la grave crisis económica y social que atravesaba el país, la cartera sanitaria nacional puso en marcha un plan para proveer gratuitamente medicamentos esenciales a alrededor de 7.000 Centros de Atención Primaria de todo el país para cubrir las necesidades de 15 millones de personas sin seguridad social.
El plan, que lleva ocho años de existencia, representa hasta hoy una inversión por más de 4.500 millones de pesos en transferencias de medicamentos a valor de bolsillo, lo que constituye un promedio mensual de 1,3 millones de recetas emitidas y un total acumulado de más 110 millones de recetas.
El plan no es un capítulo más en la Política Nacional de Medicamentos, porque está dirigido a la población más vulnerable, los pobres, que son quienes más se enferman, y los que menos dinero tienen para afrontar una enfermedad, además de no poseer cobertura asistencial. Y sus resultados son concretos: un botiquín o kit modelo, tiene remedios suficientes para atender 300 consultas.
La sustentabilidad de esta política radicó en la articulación con los 24 gobiernos provinciales y alrededor de 2.000 gobiernos municipales, que entendieron que el acceso a los medicamentos es un elemento fundamental para una política sanitaria eficaz, que tienda a estrechar los niveles de desigualdad garantizando a todos el derecho a la salud.
La implementación de esta política con las provincias se realizó concibiendo un país de alta accesibilidad a la atención médica, para lo cual el gobierno nacional invirtió esfuerzos y recursos para la ampliación de la red pública, que viene extendiéndose como en ningún otro país de Latinoamérica.
La Política Nacional de Medicamentos, que se inauguró junto a Remediar, estuvo dirigida también a los sectores medios empobrecidos, para los cuales se implementó la política de Prescripción de Medicamentos por su Nombre Genérico, medida que transformó un mercado en el que sólo el 3% de los productos estaba bajo patente en uno de prescripción por genéricos, utilizando la sustitución como mecanismo de intercambio de medicamentos de marca.
A ello debe sumársele, la cobertura gratuita y universal en medicamentos antirretrovirales, la coordinación de la producción estatal de medicamentos, la flexibilización arancelaria a bienes e insumos críticos, los acuerdos de precios de venta al público, la ampliación de la cobertura de la seguridad social para patologías crónicas, los precios de referencia y el formulario terapéutico.
Remediar es, sin embargo, por su envergadura y alcance, o también por las necesidades que atraviesan quienes son sus beneficiarios directos, una política que nos enorgullece como Estado. Es acceso a la Salud e inclusión y, en definitiva, justicia social para todos nuestros compatriotas.
Juan Manzur: Ministro de Salud de la Nación, es médico recibido en la Universidad Nacional de Tucumán, especializado en cirugía general y en medicina laboral y legal. Ex vicegobernador y ministro de Salud provincial durante cuatro años, (2003 – 2007).