El mijo es un pequeño grano de semilla amarilla, que proporciona los nutrientes esenciales para mantener tu salud; lo puedes preparar de manera similar al arroz o la quinoa, cociéndolo a fuego lento, para permitir que se absorba todo el agua. El resultado es un plato muy nutritivo que se puede convertir en un excelente plato principal.
Aportar mijo a tu dieta ayuda a crear variedad en la ingesta de nutrientes; es una buena fuente de vitaminas del complejo B, que ayudan en el metabolismo energético; así como la actividad enzimática, la regulación del sistema nervioso y la producción de glóbulos rojos.
Cuenta con un importante aporte de minerales, especialmente el magnesio, que es esencial para el buen funcionamiento muscular y nervioso, y juega un papel importante en más de 300 reacciones enzimáticas del cuerpo, y otros minerales como el potasio, zinc, cobre y manganeso.
Es un alimento idóneo y seguro para celíacos, porque no contiene gluten y puedes obtener tu harina sin gluten, para preparar tus productos favoritos sin nada de gluten.
Es una buena fuente de proteína vegetariana, porque una taza de mijo cocido aporta unos 6 gramos de proteína; por lo que el mijo es una buena opción, porque es alto en proteínas y bajo en grasa. Sin embargo hay que resaltar que el mijo no contiene todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita en cantidades adecuadas.
¿Qué beneficios aporta el mijo en la dieta?
Comer mijo puede ayudar a reducir el riesgo de poder desarrollar enfermedades crónicas, y es que el mijo contiene cantidades significativas de fenoles, los cuáles actúan como antioxidantes y que ayudan a prevenir el estrés oxidativo y el daño en el cuerpo, causado por los radicales libres dañinos; por lo que hay que tener en cuenta que una dieta rica en antioxidantes puede ayudar a prevenir enfermedades degenerativas, como las enfermedades del corazón, cáncer, osteoporosis y diabetes por citar algunas.
El mijo puede ser un buen sustituto del arroz para algunos diabéticos, porque tiene un alto contenido de fibra, que ayuda a evitar picos peligrosos de azúcar en sangre, que hacen que la glucosa se extienda a la orina, una condición conocida como glucosuria.
Contiene altas cantidades de metionina, el cual es un aminoácido que suele ser deficiente en la mayoría de los granos, dando al mijo un lugar valioso en una dieta vegetariana.
Este cereal cuenta con capacidad para disminuir la resistencia a la insulina, por lo que varias investigaciones han ofrecido resultados prometedores, para dejar al descubierto el potencial que posee el mijo en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y en la enfermedad cardiovascular.
El mijo tiene propiedades antiinflamatorias; en casos donde el revestimiento intestinal puede inflamarse, en condiciones como la colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, enfermedad celíaca o ciertas reacciones a medicamentos. Esta inflamación causa dolor abdominal y puede dar lugar a padecer diarrea, por lo que el mijo puede contribuir a participar en el proceso de curación y ayudar a reducir la frecuencia o la gravedad de los síntomas.