Los hongos realmente son el tesoro escondido de la naturaleza gracias a su valor nutricional y versatilidad; y ahora hay una nueva razón para elogiar a los fieles hongos.
El doctor Shiuan Chen, Ph.D., y su equipo de científicos en City of Hope, uno de los principales centros de investigación y tratamiento de cáncer del país, fueron de los primeros en estudiar los posibles efectos del champiñón común en el cáncer. “La dieta es un factor clave para la prevención, debido a que es algo que todas las personas pueden controlar”, afirmó el Dr. Chen. “Nuestra investigación indica que las mujeres pueden beneficiarse de una dieta balanceada que incluya aproximadamente 3.5 onzas de hongos por día”.
Los estudios de laboratorio iniciales señalaron que los ingredientes que se encuentran en los hongos suprimen los efectos de una sustancia natural del cuerpo llamada aromatasa, que es importante debido a que aproximadamente el 75% de las mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama presentan tumores que dependen del estrógeno para crecer. Actualmente se llevan a cabo ensayos clínicos en City of Hope para continuar estudiando los efectos de los champiñones comunes.
Ya sean portobello o crimini, asegúrese de que los hongos estén en su plato principal para aportarle a su mesa vitamina D, vitaminas B y poderosos antioxidantes como el selenio.
Los hongos tienen un bajo aporte de sodio y calorías, no tienen grasa ni colesterol, y pueden ser un sustituto eficaz de las carnes para aquellas personas que deseen reducir la ingesta diaria de calorías y grasas y aún así sentirse llenos y satisfechos después de la comida. De hecho, los estudios demuestran que sustituir cuatro onzas de carne por cuatro onzas de hongos una vez por semana durante un año, podría ahorrar más de 18,000 calorías y casi 3,000 gramos de grasa, lo que se traduce en más de cinco libras de peso.