Durante dos días, más de 140 investigadores argentinos y extranjeros participaron de un simposio organizado por el recientemente inaugurado Instituto Nacional del Cáncer. Bacterias para combatir tumores, medicina basada en evidencias y nuevos liderazgos en investigación fueron algunos de los temas.
BUENOS AIRES.-La articulación entre el sector público y el privado, la conexión entre microorganismos y cáncer, la decodificación del genoma del cáncer hepático y la transferencia preclínica y clínica en proyectos de investigación oncológica fueron parte del abanico temático que se abordó durante el simposio organizado por el recientemente inaugurado Instituto Nacional del Cáncer (INC).
José Chabalgoity, investigador del Departamento de Desarrollo Biotecnológico de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República de Uruguay, se refirió a las nuevas inmunoterapias contra el cáncer, como el uso de bacterias. Actualmente en su laboratorio investigan el uso de la Salmonella.
Según explicó Chabalgoity, las bacterias pueden servir para matar las células tumorales y como vectores para transmitir medicamentos.
El investigador experimentó con ratones que recibieron Salmonella, los cuales no desarrollaron cáncer cuando fueron inoculados con células leucémicas.
En realidad, señaló el científico, el uso de bacterias para inmunoterapias de cáncer no es nuevo. Desde el siglo XIX se infecta a pacientes con bacterias que matan el tumor. “Desde la década del 70 existe una inmunoterapia para el tratamiento de cáncer de vejiga que se usa regularmente, que es la inyección de BCG”, indicó el especialista.
Por su parte, Daniel Ciocca, investigador principal del CONICET y del Centro Regional de Investigaciones de Mendoza, expuso sobre la medicina basada en la evidencia y su impacto para predecir la evolución del tratamiento en un paciente con cáncer.
En ese orden, aseguró que el hallazgo de los marcadores genéticos en cada paciente, sumado a las clasificaciones histopatológicas o anatomopatológicas del tumor, permiten mejorar la predicción de la respuesta a determinado tratamiento.
El especialista destacó que este tipo de terapia, basada en la evidencia, permite no homogeneizar los tratamientos.
En materia epidemiológica, Eduardo Lazcano Ponce, del Instituto Nacional de Salud Pública de México, expuso la experiencia innovadora que están desarrollando en comunidades rurales de ese país en la prevención del cáncer de cuello de útero.
Actualmente promueven una “autotoma” de la muestra por parte de las mujeres, para luego realizar el Papanicolaou en el laboratorio.
La “autotoma” consiste en que la mujer se introduzca un hisopo especial en la cavidad vaginal para tomar de células epiteliales del cuello uterino que luego entregará a la enfermera para su posterior análisis.
Según Lazcano Ponce, esta alternativa permite trabajar la prevención del cáncer de cuello de útero con un amplio alcance y a bajo costo, además de que posibilita sobrepasar barreras culturales que hacen que, por pudor, muchas mujeres no acudan a la revisación ginecológica.
Ante un auditorio colmado de jóvenes investigadores, Ofelia Olivero, del Laboratorio de Genética y Biología del Cáncer del Instituto del Cáncer de Estados Unidos, disertó sobre el “mentoreo” en investigación oncológica.
La experta detalló que lo que en inglés se denomina mentoring se trata de una particular relación que se puede establecer entre investigadores jóvenes y otros más avanzados en la carrera científica, por lo que supone un vínculo de crecimiento profesional y per sonal en el que ambas personas resultan beneficiadas.
La particularidad es que se promueve un tipo de relación que no es vertical ni jerárquica, lo que redunda en un estímulo para el progreso científico, según indicó.
El cáncer representa la primera causa de muerte en nuestro país en personas entre 35 y 64 años.
Unas 60.000 personas fallecen al año en Argentina por tumores malignos, lo que representa el 20 por ciento de las más de 300.000 defunciones que se producen anualmente.
El INC es responsable del desarrollo y la implementación de políticas de salud, así como de la coordinación de acciones integradas para la prevención y el control del cáncer en el país.
El principal objetivo del organismo es disminuir la incidencia y mortalidad por cáncer, además de mejorar la calidad de vida de las personas con esta enfermedad.
Ejes
El rol crucial de la investigación en el combate contra la enfermedad fue el eje del primer simposio organizado por el recientemente inaugurado Instituto Nacional del Cáncer (INC), que la semana pasada reunió en Buenos Aires a más de 140 investigadores argentinos y extranjeros bajo el lema “Actualidad y perspectiva”.
El encuentro duró dos días y contó con la participación de expertos en investigación oncológica del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, de la Universidad de la República de Uruguay y del Instituto Nacional de Salud Pública de México.
Además, expusieron investigadores locales de la Universidad Nacional de Quilmes, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), del Instituto de Oncología Ángel Roffo, de la Universidad Nacional de Córdoba y del Centro Regional de Investigaciones de Mendoza.
El simposio fue inaugurado el pasado jueves en la sede de la Academia Nacional de Medicina por el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, junto a su par de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, y el director del INC, Roberto Pradier.
Durante la ceremonia de apertura, Manzur resaltó que la primera actividad que organiza el Instituto del Cáncer, puesto en marcha a comienzos de septiembre por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, “se suma a una serie de encuentros y acciones con líneas de trabajo en territorio donde se priorizarán la investigación, la promoción y la prevención”. Además, manifestó que “el cáncer es una palabra que genera miedo, pero a eso hay que contrarrestarlo con información y trabajar mucho en la prevención y la promoción de la salud”,
Por su parte, Barañao enfatizó que la articulación que se viene dando entre las carteras de Salud y Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva responde a la necesidad de “vincular la creación de conocimiento a la calidad de vida de la gente”, lo que conlleva “ir de la mesada (del laboratorio) a la cama del paciente”.
En ese sentido, el funcionario invitó a “repensar el ámbito hospitalario por parte de los investigadores clínicos y a desarrollar investigación en el país”.
El director del INC subrayó a su vez que “la investigación es un aspecto crucial para lograr el control del cáncer en el país”.