La caspa es una patología que afecta o ha afectado en algún momento de su vida a aproximadamente la mitad de la población. Existen factores internos y externos que son parte de nuestro ambiente que alteran al cabello y pueden influir en la aparición de esta afección.
El cuero cabelludo es la interfaz entre el ambiente externo y el interno y desempeña esencialmente el papel de barrera. Este protege la epidermis de los factores del exposoma y regula su permeabilidad para limitar la pérdida de agua y el ingreso de sustancias extrañas.
El concepto de exposoma proviene inicialmente del campo de la investigación del cáncer. En 2005 por el profesor Christopher Wild, ex Director del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC). Lo definió como el conjunto de exposiciones que recibimos cada individuo, desde la concepción hasta la muerte. Es la suma y la interacción de los factores internos y externos (la radiación solar, la polución, el tabaco, el clima, el estrés, la falta de sueño y la dieta), así como la respuesta del organismo a todos ellos.
Cuando se trata de la piel, el exposoma es la combinación de múltiples influencias: ambientales, conductuales y hormonales. Y sobre todo, su efecto acumulativo puede afectar las funciones biológicas de la piel y acelerar su envejecimiento.
El exposoma no es fijo, sino que cada individuo tiene el suyo y evoluciona con el tiempo. Por esto, es que puede suceder que la caspa u otro tipo de problemáticas que se vean afectadas por nuestro entorno aparezcan en un momento determinado de la vida. Tanto es así que, aproximadamente el 50% de la población adulta a nivel mundial tiene o tuvo caspa y un 5% sufre dermatitis seborreica.
Principalmente hay 2 factores del exposoma que afectan de manera directa al cabello y pueden influir en la generación de la caspa. En primer lugar, el estrés oxidativo está asociado con diferentes patologías de cabello. La polución, fumar y la exposición a los rayos ultravioletas disminuyen la renovación celular pudiendo así, contribuir a la aparición de la caspa.
En segundo lugar, según un estudio realizado en 2015 por Luis J. Borda, investigador dermatológico, la aparición de la caspa se ve muy influenciada por el estrés y las estaciones del año. El estrés emocional y el trabajo excesivo también alteran al cabello, ya que pueden modificar el ciclo natural del pelo. Normalmente, las células epiteliales (tejido de células que recubren la piel) se renuevan cada 28 días. Sin embargo, cuando el equilibrio del cuero cabelludo está alterado, el proceso de renovación se acelera y solo toma entre 13 y 15 días y como consecuencia aparece la caspa. Según un estudio realizado por Luis J. Borda, investigador dermatológico, la aparición de la caspa se ve muy influenciada por el estrés y las estaciones del año.
Por lo tanto, trabajar y mejorar la capacidad para manejar el estrés es importante para reducir la caspa que se produce en el cabello. Por eso, se debe tener un buen descanso y evitar situaciones que causen estrés afectando de manera directa la salud general del organismo. Los deportes y los ejercicios de relajación antes de dormir para tener un sueño más profundo y reparador, ayudan a desconectar de las fuentes de estrés y disminuir su efecto sobre el bienestar mental y físico.
La caspa es una patología que puede causar molestias tanto físicas como psicológicas. En el último caso, es donde reside el verdadero peso de esta afección, que llega a influir negativamente en la calidad de vida y la autoconfianza de las personas provocando disconfort social, frustración y estrés. Por lo tanto, esta patología afecta la vida psíquica, social y emotiva generando fuertes sentimientos de incomodidad y vergüenza.
Podemos encontrar distintos tipos de caspa. La forma más frecuente es la caspa seca en donde las escamas son finas y blanquecinas, visibles en la superficie del cuero cabelludo y alrededor de los bordes del cabello. Estas no se adhieren al cuero cabelludo y se caen fácilmente. Por su parte, la caspa grasa, asociada con un exceso de sebo, muestra escamas grandes y amarillentas, que se adhieren al cuero cabelludo. La mayoría de las veces, ambas condiciones suelen ir acompañadas de picazón en el cuero cabelludo. Para cada nivel de gravedad de la caspa, es importante consultar con un tricólogo o profesional de la salud para obtener el tratamiento más apto.
Para esto, Vichy, marca que desarrolla productos con el aval de médicos especialistas en dermatología, y cuya misión es acompañar a las personas en cada etapa de su vida potenciando la salud de su piel, ofrece Dercos Shampoo Anticaspa que elimina la caspa, la picazón y ayuda a equilibrar el microbioma del cuero cabelludo.
Estos productos están especialmente formulados para esta afección. Hay dos tipos de shampoo: el anticaspa para el cuero cabelludo sensible, con doble eficacia que elimina la caspa y calma el cuero cabelludo sensible, disminuyendo la irritación y picazón que se produce; y el shampoo anticaspa para el cabello normal a graso y para el cabello seco.
Además de utilizar una rutina diaria apta para las necesidades de nuestro cabello es importante adoptar un estilo de vida saludable y equilibrado. Y último, pero no menos importante, consultar con un dermatólogo en caso de que notes cambios en el pelo que puedan dar indicio a la caspa.