El protagonismo de Bolivia en la defensa del medio ambiente ganó dimensión en esta semana con la presentación del primer anteproyecto de ley destinado a salvaguardar a la Madre Tierra. La propuesta, alentada por organizaciones sociales, define a esta como un ser vivo y le otorga los derechos reconocidos en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra.
Esta iniciativa forma parte de la estrategia boliviana de impulsar la aceptación del concepto indígena del Suma Qamaña o Vivir Bien en oposición a la lógica neoliberal dominante en el mundo.
La concepción de los pueblos originarios propugna el acceso y disfrute de los bienes materiales en armonía con la naturaleza y las personas, y es defendida por las agrupaciones firmantes del Pacto Unidad en sintonía con el discurso internacional del presidente boliviano, Evo Morales.
El mandatario ratificó su decisión de defender esa visión en la Cumbre de Cambio Climático, del 29 de noviembre al 10 de diciembre en Cancún, México, y aseguró que de ser aceptada, la reunión terminará en una gran fiesta entre pueblos y gobiernos.
Paralelo a esta batalla por salvar a la especie humana y al planeta, el gobierno del cambio en Bolivia libra una fuerte polémica alrededor de la reglamentación de la Ley de lucha contra el Racismo y toda forma de Discriminación, promulgada por el jefe de Estado, el 1 de octubre.
Pese a la convocatoria general de las autoridades a participar en el proceso para acabar con las contradicciones en el texto, ciertos empresarios periodísticos y personas vinculadas al gremio siguen sin contribuir con sus opiniones e incurren hasta en actos antidemocráticos.
Más, ni el debate acerca de la ley calificada de necesaria, educativa y preventiva por parte de Morales, opacó la alegría nacional por el rescate del minero Carlos Mamani y sus 32 compañeros de las entrañas del yacimiento de San José de Copiapó, en Chile.
Epopeya fue el calificativo más recurrente en la prensa boliviana para identificar las maniobras de salvación desplegadas por más de 21 horas para llevar a la superficie en la cápsula Fénix a los trabajadores del subsuelo, en presencia del mandatario y de su par, Sebastián Piñera.
Pero si de sensibilidades se trata, esta semana terminó en Bolivia con un canto a la inclusión y universalización de la enseñanza a favor de las personas con limitaciones físicas o dispacitadas, a tono con la Constitución Política del Estado en vigencia desde febrero de 2009.
El Primer Encuentro Internacional de Educación Alternativa y Especial se inició el viernes en este país con delegados de Brasil, Colombia, Ecuador, Cuba, España, México, Paraguay, Suecia, Perú, Uruguay y Venezuela.
Bolivia logró asentar en la historia latinoamericana sus experiencias en educación alternativa y especial desde 1931 y ahora retoma esta para construir el futuro, desde un enfoque popular, comunitario e inclusivo.