La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, principalmente Aedes Aegypti y Haemagogus spp, comunes en zonas tropicales y subtropicales.
Aunque la mayoría de los infectados presentan síntomas leves como fiebre, dolor muscular y náuseas, un 15% desarrolla formas graves que pueden ser mortales.
Viajar informado y protegido es clave. Por esa razón, y para reducir el riesgo de contraer fiebre amarilla durante los viajes, se recomienda lo siguiente:
- Protección contra picaduras de mosquitos
o Evitar actividades al aire libre al amanecer y al atardecer, cuando los mosquitos son más activos
o Usar ropa de colores claros, preferentemente de manga larga y pantalones largos
o Aplicar repelentes con DEET (15%-25%), reaplicándolos según las indicaciones, especialmente tras contacto con agua o sudoración
- Vacunación
o Consultar con un médico antes de viajar para evaluar la necesidad de la vacuna contra la fiebre amarilla. Es altamente efectiva y puede ser requisito para ingresar a ciertos países
o La vacuna está contraindicada en algunos casos, como en personas inmunodeprimidas o mayores de 60 años
- Alojamientos seguros
o Preferir hospedajes con aire acondicionado y mosquiteros para reducir el riesgo de exposición a mosquitos
- Medidas adicionales
o Informarse sobre las áreas de riesgo y consultar las recomendaciones de salud pública de cada destino antes de viajar
o En caso de presentar síntomas tras un viaje, acudir de inmediato a un centro médico e informarse sobre su historial de desplazamientos
Con estas medidas, es posible reducir significativamente el riesgo de infección y proteger la salud de la comunidad.
Por Cecilia Ezcurra Jefe de Servicio de infectología y epidemiología. Leticia Ávila Mulet Staff junior Servicio de infectología y epidemiología Hospital Alemán