Conocemos bien esa sensación, nos resulta familiar porque la vivimos todo el tiempo. Nos arreglamos el pelo, elegimos la ropa y nos vestimos, nos pintamos y perfumamos, nos miramos diez veces al espejo; finalmente, todo parece estar bien y nos gustamos. En el ultimo momento, ya listas, nos calzamos los zapatos y allá desde arriba de los tacos algo sucede: surge desde adentro una sensación nueva y muy agradable que nos hace sentir reinas al instante.
Y es así porque los tacos altos logran que se nos borre la pancita y se vea mejor la cola, que desaparezcan las ojeras y la cara de cansancio, nos hacen mirar al mundo con seguridad y desde arriba. Más aún, usar tacones es muy sexy; de hecho los hombres (que no los usan ni los sufren hoy aunque los usaron durante varios siglos) los consideran erotizantes.
Nada ni nadie podrá convencernos jamás, aunque los tacos altos nos resulten una tortura, de que es lo mismo usar tacos bajos. No, no lo es. Confesémoslo, es infinitamente más cómodo, pero resulta muy difícil sentirse reina con tacos chatos y pegadas al suelo. ¿O no?
No siempre es bueno
Sin embargo, el uso constante de calzado de tacos altos tiene sus problemas y riesgos.
Al usar tacones, los 52 huesos que forman el pie sufren diferentes malos tratos. Como todo el peso del cuerpo recae sobre el metatarso, la parte delantera del pie, es la zona que más se daña y deforma. Los tacos muy altos provocan problemas de columna y dolor del nervio ciático, inflamación en el tendón de Aquiles, que se estira por la posición, y daños en las rodillas.
También provocan contracturas musculares, dolores de espalda y de cintura, Si los zapatos son estrechos es aún peor aún porque se enciman los dedos y se desarrolla, entre otras dolencias, el hallux valgus conocido de entre casa como “juanete”. También son perjudiciales las sandalias de tiras finas que sostienen poco el pie y suelen incrustarse en la piel.
Una investigación del Profesor Marco V. Narici, investigador del movimiento y del ejercicio físico en el ser humano (www.labome.org/expert/uk/manchester/narici/) nos aclara por qué nos duelen los pies al bajar de los tacos. Se debe a que el uso persistente de tacos muy altos hace que los músculos de las pantorrillas se acorten hasta en un 13% y que los tendones se engrosen. El tendón de Aquiles compensa la posición mientras el pie está sobre los tacos pero no puede hacerlo con el calzado bajo y eso es lo que provoca dolor. Como los pies cambian también a lo largo de los años, los problemas y los dolores aumentan.
Por bellos que sean los zapatos, finalmente, el dolor de pies se ve en la cara. Por eso es necesario negociar con la vida y tomar algunos recaudos.
Recomendaciones para evitar problemas aunque se usen tacos altos
* Usar tacos anchos, de 5cm como máximo y reservar los más altos y finos, como los stiletto, para fiestas y usos circunstanciales.
* Para evitar daños en los dedos y en la planta del pie usar separadores y plantillas de gel.
* Tomar conciencia de la columna dorsal, mantenerla lo más recta posible, si sacar panza ni cola, tratando de entrar las dos.
Ejercicios para aliviar el dolor de pies
* Después de usar tacos altos, doblar el pie hacia arriba, ponerlo en punta, doblar los dedos y mantenerlo. Repetir 10 veces.
* Pisar una pelota de tenis y hacerla rodar con la planta del pie hacia adelante y atrás.
* Colocar una toalla pequeña en el piso y levantarla usando los dedos de los pies.
* En cada ocasión posible quitarse el calzado y caminar sobre arena o césped.
* Si los pies se inflamaron por el maltrato, la antigua palangana de agua tibia con sal de las abuelas es una buena solución.
¿Dejarías de usar tacos para cuidar tus pies?