El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una fecha que nos invita a reflexionar sobre los logros alcanzados y los desafíos que aún enfrentamos en la lucha por la igualdad de género.
Las mujeres representan aproximadamente el 70% de la fuerza laboral en el sector de la salud a nivel mundial. Esto incluye desde enfermeras y doctoras hasta investigadoras y administradoras de salud. Su presencia no solo es crucial para el funcionamiento de los sistemas de salud, sino que también impacta directamente en la calidad de la atención que reciben otras mujeres. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mujeres que son atendidas por profesionales de salud femeninas tienden a tener mejores resultados en su atención, lo que resalta la importancia de contar con más mujeres en roles de liderazgo y atención médica.
Además, las mujeres desempeñan un papel vital en la promoción de la salud y el bienestar en sus comunidades. Estudios han demostrado que las mujeres son más propensas a buscar atención médica preventiva y a educar a sus familias sobre prácticas saludables. Esto se traduce en una mejora en la salud general de las comunidades, ya que las mujeres actúan como agentes de cambio, promoviendo hábitos saludables y el acceso a servicios de salud.
Sin embargo, a pesar de su significativa contribución, las mujeres en el sector de la salud a menudo enfrentan desafíos como la desigualdad salarial y la falta de oportunidades para avanzar en sus carreras. Según un informe de la OMS, las mujeres en el sector de la salud ganan, en promedio, un 28% menos que sus colegas masculinos. Esta brecha salarial no solo afecta a las profesionales de la salud, sino que también tiene un impacto en la calidad de atención que pueden ofrecer.
El 8M es una oportunidad para abogar por políticas que apoyen a las mujeres en el ámbito de la salud, como la igualdad salarial, el acceso a formación y desarrollo profesional, y la creación de entornos laborales inclusivos. Al empoderar a las mujeres en este sector, no solo mejoramos sus vidas, sino que también beneficiamos a millones de mujeres que dependen de su atención y liderazgo.
En conclusión, el día internacional de la mujer es un recordatorio de la importancia de reconocer y valorar la contribución de las mujeres en el ámbito de la salud. Al hacerlo, no solo celebramos sus logros, sino que también nos comprometemos a construir un futuro más equitativo y saludable para todas, donde cada mujer tenga la oportunidad de brillar y hacer una diferencia en su comunidad.
Por: Vale Muda Lic. Adm. Salud. Directora Grupo Medihome