Las personas que pasan años cerca de caminos muy transitados serían más propensas a desarrollar enfisema y otros problemas pulmonares que las que viven en zonas no tan transitadas.
NUEVA YORK.- Un nuevo estudio demuestra que la contaminación del aire puede exacerbar los síntomas en personas con condiciones pulmonares como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que se manifiesta con enfisema y bronquitis crónica.
Pero se desconoce si la exposición prolongada a la polución del aire influye en la posibilidad de desarrollar EPOC.
Los autores hallaron que, entre 53.000 adultos de Dinamarca seguidos durante 35 años, los que más exposición habían acumulado tenían más riesgo de desarrollar la enfermedad.
Aunque los resultados, publicados en American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, muestran una relación entre ambos factores, no prueban causa y efecto.
Fumar es la primera causa de EPOC, ya que explica más del 95 por ciento de los casos. Otros factores ambientales, como la exposición excesiva al polvo de carbón, granos o madera, también favorecen su aparición.
Los nuevos resultados abren la posibilidad de que la exposición prolongada a la contaminación que produce el tránsito aumente el riesgo respiratorio en algunas personas, como los asmáticos.
En esos casos, el riesgo de que una persona desarrolle EPOC por aquella exposición sería “muy bajo”, comparado con el tabaquismo o la exposición al humo de segunda mano, según Zorana J. Andersen, de la Sociedad Danesa del Cáncer, en Copenhague.
Los resultados surgen de 52.799 adultos, de entre 50 y 64 años, que respondieron cuestionarios sobre su salud y estilo de vida, incluido el tabaquismo, a mediados de la década de 1990.
El equipo de Andersen utilizó datos del registro hospitalario nacional de Dinamarca para identificar las primeras internaciones por EPOC en el grupo entre 1971 y el 2006. Estimó también la exposición de largo plazo al humo contaminante vehicular según los domicilios durante el estudio.
El 3 por ciento de los participantes tuvo una primera hospitalización en ese período.
Al analizar la exposición prolongada promedio al dióxido de nitrógeno, que es una sustancia contaminante que produce la combustión de los automóviles, el equipo observó que aquellos en el 25 por ciento superior de la escala eran más propensos a ser hospitalizados por EPOC que el grupo en el 25 por ciento inferior.
La relación entre la contaminación vehicular y el riesgo de EPOC fue más sólida en las personas asmáticas o diabéticas que en el resto.
Eso, según el equipo de Andersen, eleva la posibilidad de que las personas con enfermedades que causan inflamación corporal sistémica sean más vulnerables a los efectos de la contaminación ambiental vehicular en la función pulmonar.