Son muchas las razones por las que el semen puede no funcionar cuando se quiere concebir un hijo. Un año y nada. Si el embarazo no se concreta tras 12 meses de esfuerzo la pareja debe empezar a investigar, de la mano de un biólogo de la reproducción o de un andrólogo, por qué el óvulo y el esperma no logran encontrarse.
Durante la pesquisa, generalmente se encuentra que en cuatro de cada 10 casos la razón tiene que ver con el sistema reproductor masculino, asegura Carlos Maquita Nakano, profesor del Consejo Mexicano de Ginecología y Obstetricia, en su libro Cuando la Naturaleza Pide Ayuda (Editorial Felou).
“Las causas que determinan que la calidad del semen de un varón no sea adecuada en términos reproductivos, son muy variadas”, escribe.
Infecciones en los testículos o en el tracto genital; anormalidades anatómicas o cromosómicas; enfermedades sistémicas y la exposición a sustancias tóxicas, como el alcohol, el cigarro u otras drogas.
Los traumatismos también pueden ser el origen del problema, agrega.
Otras causas de infertilidad masculina pueden ser una falla en el proceso de formación de los espermas (espermatogénesis), en su movimiento, en el proceso de erección y eyaculación o alguna traba para que esperma y óvulo logren interactuar y lograr la fecundación, señala Sarah Brewer, en El Gran Libro de la Salud Masculina (Editorial Océano).
¿Qué pasa? Un biólogo de la reproducción debe realizar una historia clínica de los miembros de la pareja e, independientemente de los datos que la mujer proporcione, si el análisis de semen del hombre presenta alteraciones de manera persistente, el experto considerará la necesidad de enviarlo con un andrólogo, especialista en problemas reproductivos en la población masculina, explica Maquita Nakano.
Entre otras cosas, el andrólogo preguntará al varón sobre la frecuencia de sus relaciones sexuales, su capacidad para lograr la erección, si ha padecido infecciones genitales o urinarias, cirugías previas, estilo de vida y antecedentes en el consumo de drogas o exposición a pesticidas, herbicidas o radiación, sustancias tóxicas para los testículos.
También hará una exploración física en la que verificará la presencia de ambos testículos en el escroto, su tamaño y la anatomía del pene; incluso puede pedir un ultrasonido testicular, de próstata o de vesículas seminales, estudios de perfil hormonal y de alteraciones en los cromosomas o en ciertos genes, señala el también fundador de la Red Crea, la primera red de medicina reproductiva en México.
Cuidados preventivos
Aunque se considere “raza superior”, el hombre humano produce menos espermatozoides que cualquier otro macho en el reino animal: “Mientras que la mayoría produce al día de 20 a 25 millones de espermatozoides por gramo de testículo, los humanos producen sólo 4 millones”, indica Sarah Brewer.
De ahí la importancia de que los hombres tomen medidas para mantener lo más sanos posible su aparato reproductor.
La temperatura ambiente baja es la mejor condición para una adecuada formación de los espermas, por eso es necesario evitar los baños calientes y saunas y mojar con regularidad los testículos con agua fría también ayuda a mantenerlos frescos, sobre todo en primavera y verano.
El uso de ropa interior de fibras sintéticas también limita la formación de espermas por el efecto de electrostática que se genera en el escroto, entonces lo recomendable es usar ropa de algodón, señala la autora.
Como la ingesta de alcohol reduce la producción de esperma, resulta básico reducir su consumo y también el de tabaco, sustancia tóxica que en general afecta la salud masculina.
Mantener el peso ideal, llevar una dieta sana y aprender a manejar los niveles de estrés resultan aspectos básicos para estar saludables y así evitar la aparición de enfermedades crónicas como diabetes, que afecta el proceso de fertilidad, coinciden los expertos.