A pocos días de haberse celebrado el Día Mundial de la Salud Un proyecto de Ley de Salud Mental, que ya tiene media sanción de Diputados y que está siendo debatida en la comisión de Salud de la Cámara de Senadores, ya está enfrentando en la provincia a unos y otros profesionales por los cambios que propone.
Para los psicólogos, se trata de una ley innovadora, porque según dicen, propone un cambio de paradigma en el abordaje y tratamiento de las enfermedades mentales. Para los psiquiatras, en tanto, la ley no respeta las incumbencias profesionales de cada especialidad y fue elaborada sin consultarlos.
El enfrentamiento, que a primera vista podría aparecer como una pelea de corporaciones acerca de la exclusividad en el tratamiento de los enfermos mentales, se fundamenta sobre todo en dos de los 46 artículos que tiene el proyecto de ley. El primero está referido a la internación y tratamiento de un paciente, que dejaría de estar a cargo exclusivo de los médicos psiquiatras para pasar a ser competencia de un grupo interdisciplinario integrado por psicólogos, psiquiatras, asistentes sociales y otros terapeutas. El segundo tiene que ver con la propuesta de eliminar los hospitales monovalentes dedicados a la atención e internación de enfermos mentales, los que pasarían a ser tratados en hospitales generales. En San Juan, la única institución pública con estas características es el Hospital Mental de Zonda, que en caso de prosperar la ley debería modificar su perfil para reconvertirse en otro tipo de servicio o en el peor de los casos, desaparecer del sistema.
Aunque el debate de la futura ley es inminente, los senadores por San Juan prefirieron no fijar una posición al respecto. Mientras César Gioja consideró difícil la aprobación del proyecto tal como está, porque según afirmó “las posiciones están muy divididas”, Marina Riofrío y Roberto Basualdo pidieron más tiempo para poder estudiar el tema antes de opinar.
