Una buena visión es fundamental para la realización de las actividades de la vida diaria. La visión es un sentido de relación por el que percibimos nuestro entorno. Cuidar los ojos del sol es un ítem fundamental.
La visión funcional es aquella que utilizamos en nuestra vida diaria para reconocer un rostro, para acercarnos a dar una caricia, para ver una señal de tráfico, o para bajar o subir un escalón y además, con diferentes grados de iluminación.
Con la llegada de la primavera y el verano, la luz solar se hace más intensa, así como las radiaciones. Por eso deben extremarse las precauciones ante este enemigo oculto que suele ser el sol para los ojos.
Anteojos de sol
Muchas veces los utilizamos con una función meramente estética. Prestamos atención a la forma, al color, a los adornos que llevan. Pero su uso va más allá de la moda.
Los anteojos de sol cumplen la función principal de cuidar nuestros ojos ante distintos factores.
Sobre este tema consultamos al médico oculista Guillermo Campañá quién nos aclaró algunas dudas y nos brindó información preventiva.
– ¿Es necesario siempre el uso de anteojos de sol o sólo si el sol nos molesta?
– Es aconsejable su uso, sobre todo para protegerse del reflejo del sol en el agua y en el asfalto cuando se está conduciendo algún vehículo.
– ¿Qué tipo de anteojos debemos elegir?
– Especialmente debemos optar por los antirreflex que bloquean en un 100% el paso de los rayos ultravioletas (UV). El hecho de que sean oscuros, no significa que filtren el 100% de los rayo UV si no poseen la condición de antirreflejos. Pueden ser claros y sí ser antirreflex. Hay que aclarar que los cristales fotocromáticos sólo protegen en un 15% de los rayos UV.
– ¿Qué patologías puede causar la exposición indebida de los ojos al sol?
Recientes investigaciones han relacionado la aparición de cataratas, tumoraciones de la conjuntiva y lesiones de la retina como la Degeneeración Macular Asociada a la Edad. También, durante el verano, el agua de mar y de piletas resulta irritante para los ojos y puede ser vehículo de transmisión de infecciones oculares y de procesos alérgicos.
Los ojos a la intemperie
Realizar actividades o simplemente estar a la intemperie requiere una serie de cuidados y protección en relación a nuestra vista.
Las barreras frente al sol, a la tierra y el viento son la primera medida que debemos tomar. Nunca está demás colocar protectores en los ojos cuando tomamos sol, usar anteojos y también cuidar la higiene de las manos, sobre todo de los más pequeños que suelen frotarse los ojos. Así nos lo hace saber el Dr. Campañá: “Hay que extremar las precauciones higiénicas con los niños que frotan los ojos con sus manos ante la mínima molestia. Cuando hay una sensación de cuerpo extraño, no hay que frotarse porque podría producirse una lesión grave. En esos casos es aconsejable lavarse con abundante agua la superficie ocular y así tal vez pueda retirarse el agente causal, sea arenilla o insecto.”
Tener en cuenta las cuestiones mencionadas aquí es importante para prevenir cualquier patología relacionada con la vista. Pero sobre todo es importante recurrir a su oftalmólogo de confianza periódicamente para realizar las revisaciones de rutina que nos ayudan a prevenir cualquier enfermedad.
Cada mujer y cada hombre necesitará para el cuidado de su vista, diferentes tratamientos que se adecuen a su persona.
Frente a la acción del sol y los factores climáticos, el uso de lentes de sol es fundamental así como la correcta higiene y la consulta al profesional.
Asimismo el Dr. Campañá nos recuerda dos cosas para tener en cuenta “No compren anteojos de sol en la calle o en negocios que no sean específicos” y por último, algo simple pero muchas veces no tenido en cuenta “Nunca mire directamente al sol”.
El ojo es un órgano muy sensible y, a pesar de poseer su propio sistema de defensa, es vulnerable a lesiones y enfermedades. Si se quiere mantener durante toda la vida una buena visión, hay que cuidar los ojos en todo sentido y especialmente frente al sol.