El Plan Mundial para Detener la Tuberculosis 2011-2015. “Transforming the Fight-Towards Elimination of Tuberculosis”” señala por vez primera todas las lagunas de investigación que deberán colmarse para sacar al mercado pruebas de diagnóstico rápido de la enfermedad, regímenes terapéuticos más cortos y una vacuna plenamente eficaz.
“
Además, se indica a los programas de salud pública cómo orientar el acceso universal hacia la atención antituberculosa, incluida la manera de modernizar los laboratorios de diagnóstico y adoptar algunas pruebas innovadoras de diagnóstico de la tuberculosis disponibles desde hace poco.
10 MILLONES DE PERSONAS AMENAZADAS
“Es necesario expandir urgentemente las iniciativas contra la tuberculosis: si fracasamos, 10 millones de personas, entre ellos 4 millones de mujeres y niños, perderán la vida de aquí a 2015”, ha señalado la Dra. Margaret Chan, Directora General de la Organización Mundial de (OMS), que alberga la Alianza Alto a la Tuberculosis.
“El control de la tuberculosis funciona, pues la incidencia mundial de la enfermedad viene disminuyendo desde 2004, aunque demasiado lentamente “.
Veintidós países, entre ellos Sudáfrica, soportan el 80% de la carga mundial de tuberculosis.
Cada año alrededor de 9 millones de personas desarrollan la forma activa de la enfermedad, y casi 2 millones mueren por esa causa. El nuevo Plan Mundial aspira a hacer llegar los métodos de diagnóstico y tratamiento recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a 32 millones de personas a lo largo de los próximos cinco años.
REDUCIR A LA MITAD LAS MUERTES MUNDIALES
“El Plan Mundial para Detener la Tuberculosis traza un muy necesario proyecto para reducir a la mitad las muertes mundiales por tuberculosis”, según el Dr. Aaron Motsoaledi, Ministro de Salud de Sudáfrica. “En Sudáfrica hemos emprendido un ambicioso programa para reducir el número de víctimas de la tuberculosis en nuestra población, y nos hemos comprometido a alcanzar las metas del Plan Mundial. Llamamos a los líderes mundiales a invertir en ese plan, que puede ayudarnos a liberar al mundo de la tuberculosis.”
Aunque la tuberculosis se puede curar, el tratamiento obliga a combinar varios medicamentos durante seis meses como mínimo.
Los laboratorios de la mayoría de los países siguen utilizando un método de diagnóstico desarrollado hace un siglo, consistente en buscar el bacilo de la tuberculosis en el esputo con ayuda de un microscopio. Y todavía no hay ninguna vacuna que prevenga la tuberculosis pulmonar, que es la forma más común de la enfermedad.
DESARROLLAR NUEVAS PRUEBAS DE DIAGNÓSTICO RÁPIDO
Además de ayudar a los programas de salud pública a adoptar las modernas pruebas diagnósticas ya existentes, el Plan Mundial establece un proyecto de investigación dirigido a desarrollar dos nuevas pruebas de diagnóstico rápido que puedan ser utilizadas por personal convenientemente preparado para diagnosticar con precisión los casos de tuberculosis “durante la espera del paciente” incluso en los puestos de salud periféricos más básicos.
Para el año 2015, el objetivo es que haya tres regímenes terapéuticos nuevos -uno para la tuberculosis sensible a los medicamentos y dos para la tuberculosis farmacorresistente- en ensayos clínicos de fase III, el último paso necesario antes de la comercialización. En la misma fase de pruebas debería haber también cuatro vacunas experimentales.
COMBATIR LA TUBERCULOSIS FARMACORRESISTENTE
El Plan Mundial proporciona una hoja de ruta clara para combatir la tuberculosis farmacorresistente. En él se hace un llamamiento para analizar a 7 millones de personas a fin de determinar si padecen tuberculosis multirresistente (MDR-TB) y tratar a un millón de casos confirmados de acuerdo con las normas internacionales en los próximos cinco años.
Medio millón de personas mueren cada año por tuberculosis asociada al VIH . Si se cumplen los objetivos del plan, a finales de 2015 todos los enfermos de tuberculosis serán sometidos a la prueba del VIH y, si esta es positiva, recibirán antirretrovirales y otras formas de atención contra el VIH. En los entornos de tratamiento contra el VIH, todos los pacientes serán cribados para la tuberculosis y recibirán el tratamiento curativo o preventivo oportuno.
FINANCIACIÓN
Con respecto a la financiación, el Plan Mundial pide que se donen US$ 37 000 millones para implementar la atención antituberculosa entre 2011 y 2015. Seguirá habiendo un déficit de alrededor de US$ 14 000 millones, aproximadamente US$ 2800 millones al año, que deberá ser cubierto por donantes internacionales.
El plan incluye un cálculo independiente de los fondos necesarios para cumplir los objetivos de investigación y desarrollo: un total de US$ 10 000 millones, es decir US$ 2000 millones al año. Los países de ingresos altos y los países con economías en crecimiento tendrán que aumentar su inversión en investigación y desarrollo para cubrir un déficit estimado en alrededor de US$ 7000 millones, o US$ 1400 millones anuales.
En 2006 la Alianza Alto a la Tuberculosis lanzó el Plan Mundial para Detener la Tuberculosis 2006-2015. La nueva hoja de ruta para 2011-2015 se basa en ese plan anterior, pero establece metas nuevas y más ambiciosas para los próximos cinco años.