Beber uno o dos vasos de alcohol por semana durante el embarazo no aumenta el riesgo de que el bebé tenga problemas de desarrollo, según un estudio del University College London, que contrasta con la recomendación de la Sanidad británica que pide a las mujeres no beber durante los meses de gestación.
La investigación, publicada en el Journal of Epidemiology & Community Health, analizó la salud de 11.000 niños de cinco años y concluyó que no había pruebas de que el alcohol pudiera ser perjudicial durante el embarazo.
No obstante, los expertos hallaron problemas emocionales y de comportamiento entre los menores cuyas madres bebían en exceso.
Hasta ahora, los médicos han vinculado el excesivo consumo de alcohol con problemas en el desarrollo del bebé, pero no estaba claro qué ocurría en el caso de las mujeres poco bebedoras.
Los investigadores siguieron primero el comportamiento de los niños hasta los tres años de edad y después extendieron su análisis hasta los cinco años para descartar cualquier problema.
“Hay ahora pruebas sólidas que indican que no hay un aumento de dificultades en el desarrollo asociadas con un consumo moderado de alcohol durante el embarazo”, dijo Yvonne Kelly, médica del University College London.
No obstante, un portavoz del Ministerio británico de Sanidad dijo hoy que su recomendación no será modificada a fin de evitar confusión entre las embarazadas.
“Después de evaluar las pruebas disponibles, no podemos decir con confianza que beber durante el embarazo sea seguro y no perjudicará al bebé. Por lo tanto, como medida de precaución, nuestra recomendación a las mujeres embarazadas y las que tratan de concebir es evitar el alcohol”, puntualizó el portavoz