Una ingesta insuficiente de calcio durante ciertas etapas de la vida de la mujer puede aumentar notoriamente el riesgo de fractura no traumática o ante traumas mínimos en la juventud, advirtieron hoy expertos de la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF), en esta capital.
En el marco de las actividades desarrolladas por el Mes de la Osteoporosis, que se celebra en todo el mundo durante octubre, el especialista José Zanchetta, director científico de la IOF para América Latina, señaló que “lamentablemente se observan fracturas en chicas jóvenes embarazadas y en madres que amamantan pero que no se alimentan en forma adecuada”.
“Comúnmente se asocia a las fracturas con la osteoporosis en mujeres que ya pasaron su menopausia. Sin embargo, no son privativas de la madurez: las mujeres jóvenes sanas también se fracturan por causas no traumáticas, y eso puede ocurrir por una ingesta de calcio que no llega a cubrir los requerimientos nutricionales mínimos”, remarcó el médico.
En el caso de las mujeres jóvenes, dijo que hay “chicas que suelen comenzar sus embarazos con bajos índices de masa corporal, siendo muy delgadas, y una fractura vertebral en una mujer de 30 años es irrecuperable”.
“Una lesión de ese tipo predispone a sufrir otra fractura posterior, y podría prevenirse fácilmente ingiriendo regularmente lácteos, productos fortificados y otros alimentos con calcio, además de vitamina D y haciendo actividad física”, agregó el especialista.
En la Argentina, la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud mostró que el 94,3 por ciento de las mujeres de 10 a 49 años de edad tienen una ingesta inadecuada de calcio: la media de ingesta de calcio en la muestra nacional fue de 367 mg, en lugar de los 1.000 mg recomendados por los médicos.
En tanto, en el caso de las embarazadas, el consumo promedio de calcio fue para la Argentina de 446 mg diarios, observándose un déficit en el 88,5 por ciento de los casos.
La especialista María Belén Zanchetta, endocrinóloga y osteóloga, coordinadora médica del Instituto de Investigaciones Metabólicas (IDIM), subrayó que “durante el embarazo y la lactancia, es imprescindible aumentar la ingesta de calcio, porque el bebé lo utiliza para la formación de su esqueleto, y naturalmente la mujer pierde hueso para satisfacer esa demanda”.
A su vez, Laura Gear, nutricionista del IDIM, dijo que “la mujer joven debe cuidar sus huesos mediante hábitos saludables, porque hasta los 25 años el esqueleto se sigue formando y crece”.
“Si se llega a esa edad con un pico de masa ósea insuficiente, es irrecuperable; aumenta el riesgo de osteoporosis en la postmenopausia y, por consiguiente, el riesgo de fracturas”, remarcó la especialista.
Agregó: “Alcanzar el nivel de calcio adecuado mediante la alimentación no es difícil, pero la mayoría no cubre estos requerimientos. Una mujer adolescente, embarazada o amamantando necesita al menos 1.300 mg diarios de calcio, que se obtienen con un trozo de queso fresco, un yogur fortificado con calcio y leche para cortar infusiones. El calcio que aporta el yogur se absorbe mejor que el de la leche y el queso”.
También en el caso de las dietas para adelgazar, se recomienda que incluyan un aporte adecuado de calcio: “Existen dietas de moda que atentan contra la salud de los huesos. Las dietas hiperproteicas, por ejemplo, aumentan la eliminación de calcio”, sostuvo Gear.
“Se puede perder peso en forma saludable, pero para eso es preciso acudir a un profesional que evalúe las necesidades nutricionales de la paciente”, afirmó.