Son causadas por más de 30 distintas bacterias, virus y parásitos; la mayoría pueden conducir a enfermedades crónicas, esterilidad y eventualmente la muerte.
Sin embargo, a pesar de su alta incidencia, muchos jóvenes y adultos las desconocen. Y no se hacen suficientes esfuerzos para prevenirlas y controlarlas.
Son las infecciones de transmisión sexual (ITS), que a nivel mundial afectan a uno de cada 10 jóvenes de entre 15 y 24 años y a cada vez más adultos mayores de 45 años.
En América Latina, la falta de datos y estadísticas dificulta hacerse una idea general del panorama. Y los estudios disponibles demuestran que la incidencia de estas enfermedades varía drásticamente de país a país e incluso de un área geográfica a otra dentro de cada nación.
Pero aún así, los expertos concuerdan en que hace falta mucho por hacer para concientizar a las poblaciones.
“El VIH es ampliamente abordado por las campañas publicitarias” le dijo a BBC Mundo el doctor Adrián Momesso, Secretario General de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Sexual (SLMAS).
“Pero, en líneas generales, no existen campañas publicitarias masivas sobre la prevención de otras enfermedades de transmisión sexual”.
Relegadas
Para el doctor Carlos Jesús Conde González, subdirector de Prevención y Vigilancia de Enfermedades infecciosas del Instituto Nacional de Salud Pública de México (INSP), en ese país estos trastornos son “un problema endémico”.
“Aunque no hemos tenido aumentos abruptos de estos padecimientos”, aclara Conde González. “Más bien los riesgos están muy bien definidos dependiendo de cada grupo de edad”.
Estos grupos, explica el experto, incluyen adolescentes que comienzan su vida sexual, mujeres en edad reproductiva, hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y adultos mayores.
En el caso de México, los estudios disponibles revelan además que hay dos agentes infecciosos que pueden considerarse un problema de salud pública: el virus de papiloma humano (VPH) y el herpes simplex tipo 2.
Y es que como le explicó a BBC Mundo el doctor Conde, hay una enorme diferencia entre la incidencia de estas dos infecciones -causadas por virus- y la incidencia de las principales infecciones bacterianas, como sífilis, gonorrea y clamidiasis.
“Hay una diferencia de 10 veces entre las infecciones virales y las infecciones bacterianas. Un estudio con jóvenes universitarios reveló que en ese grupo la frecuencia de infección de VPH es de 20% y la de herpes es de 5%” explica el experto.
“Sin embargo, la frecuencia de infección de las tres bacterianas combinadas (sífilis, gonorrea y clamidiasis) es de sólo 1,5%”.
El científico cree que esto podría deberse a que la venta de antibióticos sólo empezó a regularse en México hace dos meses.
“El uso indiscriminado de antibióticos quizás ha dado lugar a que no veamos infecciones agudas clásicas” señala.
“Con herpes y VPH no hay un agente antiviral que las combata de forma efectiva y quizás por eso están manteniéndose en la población” agrega.
En Argentina, por su parte, “la incidencia de las infecciones (de transmisión sexual) está en aumento”, dice el doctor Momesso. “Esto lo veo a diario en la consulta”.
Pero el cuadro de infecciones, agrega, es muy distinto al de México.
Las más frecuentes son uretritis, herpes genital (causado por el herpes simplex tipo 2), sífilis y chancroide (una infección bacteriana que provoca úlceras genitales).
Prevención
Según el experto, muchos jóvenes no saben que un condón puede protegerlos de mucho más que el virus de VIH o un embarazo no deseado.
“Lamentablemente los jóvenes muchas veces desconocen la importancia del uso del preservativo para evitar enfermedades de transmisión sexual, además del VIH. El preservativo, además, es poco o mal utilizado”.
Estudios recientes también muestran que los adultos jóvenes tienen más probabilidades de mantener relaciones sexuales sin protección porque a menudo carecen de la habilidad o confianza para “negociar” un coito seguro.
El doctor Conde considera que en México “ha habido un esfuerzo más consciente para hacer llegar pláticas de educación sexual en el currículo escolar, con las cuales los jóvenes reciben más información del condón”.
Pero agrega que “todavía nos hace falta un buen camino para llegar al uso regular del preservativo”.
Educación
Tal como señala el doctor Colm O’Mahony, especialista británico en salud sexual “el mensaje de relaciones sexuales seguras todavía no está llegando a los jóvenes”.
“Necesitamos poner en práctica programas apropiados de educación sexual en las escuelas. Y la única forma de combatir este continuo incremento de infecciones es que estos programas sean obligatorios”.
En última instancia, los jóvenes deben ser conscientes de que con estas enfermedades se están poniendo en riesgo ellos mismos: el herpes, por ejemplo, los hace más vulnerables al VIH, mientras que el VPH es la causa principal de cáncer cervical.
Y también tienen que entender que arriesgan a sus parejas e incluso a sus bebés (en el caso de la sífilis congénita).
“Tenemos los elementos para prevenirlo, si hubiera suficiente educación”, dice el doctor Conde. “Pero el gran grueso de la población sigue siendo ignorante”.
El doctor Adrián Momesso está de acuerdo.
“Creo de suma importancia destinar más recursos para una concientización general de la población sobre cuáles son estas enfermedades, cómo prevenir su contagio y las consecuencias de las mismas”, concluye.