El organismo que representa a los médicos británicos advirtió el viernes que los planes del Gobierno de revisar los servicios de salud podría dañar y minar su futuro a largo plazo.
Poco después de tomar el poder, la coalición de Gobierno de Gran Bretaña anunció planes para una reestructuración de los Servicios Nacionales de Salud (NHS) que brindaría a los médicos de familia el control de la mayor parte de un presupuesto sanitario de 110.000 millones de libras esterlinas.
Las propuestas también incluyen el recorte de miles de directores, mientras que más de 150 autoridades de salud locales en Inglaterra desaparecerán, junto con 10 cuerpos directivos regionales más amplios.
En su respuesta oficial, la Asociación Médica Británica, que inicialmente había brindado un respaldo cauteloso a la reorganización del sistema, dijo que ahora estaba preocupada por algunos de los planes.
La entidad advirtió que existía el peligro de que el foco de los NHS pudiera pasar de la calidad al costo, y cuestionó los tiempos pautados para los cambios en los servicios sanitarios cuando los NHS ya estaban planeando obtener hasta 20.000 millones
de libras en ahorros por eficiencia.
“Hay propuestas (…) que los médicos pueden respaldar y con las que quieren trabajar. Pero también hay mucho que sería potencialmente dañino”, señaló el doctor Hamish Meldrum, presidente del Consejo de la Asociación Médica Británica.
“Nos seguimos oponiendo a la comercialización y promoción activa de un enfoque mercantil en los NHS, y a las muchas amenazas importantes a los términos nacionales y condiciones de servicio, educación y entrenamiento de los médicos”, añadió.
El secretario de Salud, Andrew Lansley, dijo por su parte que los planes darían más poder a los profesionales médicos, que están en mejor posición para tomar decisiones sobre cuidado de la salud y recursos sanitarios.
