En un antiguo almacén de flores del Doral, una reciente mañana de sábado, había dispuestas 10 mesas de operaciones, cada una con una mano y un brazo humanos. Docenas de cirujanos los rodeaban, aprendiendo a insertar pequeñas placas de titanio para corregir fracturas.
Para este ejercicio, más de 60 médicos vinieron de Brasil, la República Checa, México, Colombia y California para recibir un entrenamiento avanzado usando partes de cadáveres en el Centro de Investigaciones Anatómicas de Miami (MARC).
Algunos de los especímenes, como los llaman los médicos, parecían casi artificialmente abstractos. Pero otros tenían pequeños detalles personales –un tatuaje azul en espiral en un antebrazo, largas uñas femeninas en otra mano– que subrayaban que estos miembros habían sido parte de seres vivos.
“Esto para nosotros es maravilloso”, dijo Rames Mattar, director de microcirugía de la mano de la Universidad de Sao Paulo. “Nosotros no contamos con este tipo de instalaciones. Los países católicos no permiten usar los cadáveres de esta manera”. Es por eso que 40 de los cirujanos habían venido de Brasil para participar en la sesión de entrenamiento de fin de semana.
MARC –un negocio con ánimo de lucro– abrió hace tres años. Serge Kozacki, director de laboratorio de MARC, dijo que les costó alrededor de $6 millones reformar el antiguo almacén, incluyendo 38 estaciones en salones de operaciones y un auditorio con una pantalla de gran tamaño para videoconferencias.
Este sábado, mientras los cirujanos de las manos trabajaban en un área, en el salón contiguo cirujanos ortopédicos operaban hombros humanos, practicando nuevas técnicas de cirugíaartroscópica.
Kozacki dijo que todos sus especímenes provienen de dos fuentes: Science Care y la Fundación LifeLegacy, ambas radicadas en Arizona. “Son extremandamente caras” –de $5,000 a $10,000 por un espécimen completo.
A veces, MARC compra cadáveres completos y los divide para diferentes usos. Otras, ellos compran órganos y miembros específicos para ciertosprocedimientos.
Como lo requieren las leyes estatales, todos los cargamentos se reportan a la Junta Anatómica de la Florida, radicada en Gainesville.
Moira Jackson, directora ejecutiva de la junta, dijo que 9 ó 10 compañías proveen de cadáveres a centros educacionales e investigativos en todo el país. De MARC, ella dijo: “Tenemos muy buenas relaciones con ellos”.
Según la ley, no se permite a nadie vender cadáveres. Las compañías pueden cobrar, no obstante, por la preparación y el envío de los especímenes.
Kristin Dorn, portavoz de Science Care, dijo que todos sus especímenes provienen de Estados Unidos, donados por personas que quisieron contribuir a la ciencia, ya sea por instrucciones dadas antes de morir o por decisión de sus familiares tras su muerte. A cambio, la compañía paga todos los costos post mórtem y devuelve los restos incinerados a la familia.
Dorn dijo que la compañía con ánimo de lucro se especializa en proveer partes de cadáveres, y envía “tejidos humanos a todas partes del mundo” para la educación y el entrenamiento médicos.
El cofundador de la Fundación LifeLegacy Marc Griesenbrock dijo que las variaciones de precio para los especímenes pueden ser causadas por los requisitos de los investigadores. Algunos grupos quieren que sus especímenes sean plastinados, lo que significa que las venas, arterias y músculos sean preservados para uso a largo plazo, un proceso que requiere muchas horas de trabajo y sustancias químicas.
En Estados Unidos, MARC tiene competidores por todo el país, incluyendo Chicago y Denver.
A muchos grupos organizadores les gusta la ubicación de MARC. “Es muy fácil para los latinoamericanos ir allí”, dijo José Manuel Vázquez, director ejecutivo de la Asociación Internacional de Investigaciones Oseas (IBRA), la cual auspició la conferencia de cirugía de la mano. El elogió a MARC: “Ellos tienen buenos especímenes aquí. Excelentes herramientas”.
El especialista en cirugía de las manos del Doral Alejandro Badía, inversionista e instructor de MARC, dijo que la oportunidad de practicar en carne y hueso humanos atrae a muchos médicos.
El modelo empresarial básico de MARC es alquilar sus instalaciones a grupos tales como IBRA, los cuales a su vez hacen mercadeo a los médicos y les cobran tarifas –alrededor de $600 en el caso de la cirugía de las manos– por un seminario de dos días.
Kozacki, el director del laboratorio, dijo que MARC estimula la industria de los viajes a Miami-Dade. “Por lo menos 6,000 médicos están viniendo al año”.