jueves 28 de marzo de 2024
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SALUD

Cáncer de Ovario: el 70% lo detecta en estadios avanzados

Una enfermedad silenciosa, difícil de prevenir por la dificultad de detectarlo tempranamente. La importancia de los chequeos y tratamientos.

De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, el carcinoma epitelial de ovario es una de las malignidades ginecológicas más comunes; representa la quinta causa de muerte por cáncer en la Argentina. Según los datos de Globocan 2020 cada año se diagnostican cerca de 2200 nuevos cánceres de ovario de los cuales el 70% corresponde a estadíos avanzados.

Dos de las características que tiene esta enfermedad, y que la hace tan compleja, es que no existen pruebas que permitan detectarla en fase temprana. En este sentido, más del 70% de los casos son diagnosticados en estados avanzados, y sus síntomas pueden confundirse con un simple dolor de estómago. Al no poder prevenirla es importante estar atenta, conocer cuáles son los factores de riesgo, y consultar regularmente al ginecólogo.

Algunos de los factores de riesgo son:

●La edad. Es el principal factor de riesgo para cáncer de ovario ya que la mayoría de los cánceres ováricos se originan después de la menopausia.

●La herencia de una mutación genética.

●Antecedentes familiares de cáncer de ovario o mama en un familiar de primer grado (madre, hermana, hija, abuela).

●No haber tenido embarazos.

●Haber tenido la primera menstruación a edad temprana, y tener una menopausia tardía.

Para tratar esta enfermedad, el plan terapéutico se basa en dos pilares: la cirugía y luego la quimioterapia. “Afortunadamente para las pacientes con cáncer de ovario el arsenal terapéutico que hay es variado y efectivo, y la ciencia siempre nos ayuda a sumar medicamentos que puedan colaborar aún más con su tratamiento”, cuenta Dr. Eduardo Biondi, Oncólogo y Gerente Médico del Laboratorio Varifarma. El laboratorio lanzó Rupovar, una nueva medicación que está indicada como monoterapia para el tratamiento de mantenimiento de pacientes adultos con cáncer de ovario epitelial, de trompa de Falopio o peritoneal primario. “Rupovar pertenece al grupo conocido como los inhibidores de PARP” que son unas enzimas encargadas de reparar el ADN. Este inhibe la actividad enzimática de las moléculas y provoca un daño en el ADN, que lleva a la destrucción de la célula tumoral, con el agregado de que Rupovar no deteriora la calidad de vida de las pacientes”, explica Biondi.

Este tratamiento se inicia al finalizar el régimen de quimioterapia con Platino. Como la mayoría de los tratamientos en oncología, la duración es hasta progresión de enfermedad o toxicidad manifiesta inaceptable. Los datos de eficacia de Rucaparib están respaldados por estudios clínicos Fase III, que muestran un beneficio sustancial en la tasa de respuestas del 58 %.

Sin dudas, estar atentas a los síntomas y un control ginecológico periodico, son los grandes aliados para la detección de esta enfermedad.

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