Consumir dosis altas de vitaminas B en tabletas diarias puede reducir a la mitad la tasa a la que se achica el cerebro en las personas mayores con problemas de memoria y desaceleraría el avance del problema hacia la demencia, mostraron datos de un estudio británico.
Científicos de la Oxford University indicaron que su ensayo clínico de dos años de duración es el mayor realizado hasta la fecha sobre el efecto de las vitaminas B en el “deterioro cognitivo leve”, un importante factor de riesgo de la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia.
Expertos que comentaron sobre los resultados del estudio los calificaron de importantes e instaron a que se efectúen más ensayos a gran escala para ver si puede confirmarse la seguridad y efectividad de las vitaminas B en la prevención de condiciones neurodegenerativas.
“Este es un resultado muy drástico (…) Es mucho más de lo que podríamos haber predicho”, dijo David Smith, del departamento de farmacología de Oxford, que co-dirigió el ensayo.
“Esperamos que este tratamiento simple y seguro demore el desarrollo del Alzheimer en muchas personas que sufren problemas de memoria leves”, agregó Smith.
El deterioro cognitivo leve (DCL) afecta a alrededor del 16 por ciento de las personas mayores de 70 años y se caracteriza por problemas leves de pérdida de memoria, lenguaje y otras funciones mentales.
Aunque el DCL no suele interferir con la vida diaria, cerca del 50 por ciento de las personas diagnosticadas avanzan a la enfermedad de Alzheimer, mucho más severa, en unos cinco años.
El Alzheimer es una condición neurodegenerativa que afecta a 26 millones de personas en todo el mundo y para la que existen pocos tratamientos y ninguna opción de cura por el momento.
Smith y sus colegas estudiaron a 168 voluntarios con DCL que recibieron una píldora con altas dosis de ácido fólico, vitamina B6 y B12, o una pastilla placebo.
Estas vitaminas B son conocidas por controlar los niveles en sangre de un aminoácido denominado homocisteína. La cantidad elevada de homocisteína en la sangre está vinculada con un aumento del riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer.
Helga Refsum, quien también trabajó en el estudio, destacó que se manejaron dosis extremadamente altas de las vitaminas. “Se trata de una intervención farmacológica, no vitamínica”, explicó.
Las píldoras, llamadas “TrioBe Plus”, contenían unas 300 veces más de la ingesta diaria recomendada de B12, cuatro veces más de los niveles aconsejados de ácido fólico por día y 15 veces más de la cantidad pautada como límite diario para la vitamina B6.
Los resultados, publicados en la revista PLoS One, mostraron que en promedio, los cerebros de quienes tomaron las vitaminas se encogieron a una tasa del 0,76 por ciento anual, mientras que entre quienes consumieron placebo el promedio de reducción cerebral fue del 1,08 por ciento.
Las personas con los mayores niveles de homocisteína al comienzo del estudio fueron las más beneficiadas con el tratamiento, ya que sus cerebros se redujeron a la mitad de la tasa de lo que lo hicieron quienes tomaron las píldoras falsas.