Uno de los 33 mineros rescatados desde el fondo de la mina San José debió ser internado tras sufrir una crisis de angustia, mientras entre cinco y seis de sus compañeros se han excedido en el consumo de alcohol, en la vorágine que han vivido tras emerger a la superficie después de 69 días de encierro.
SANTIAGO.-El minero Edison Peña, de 34 años, fue internado el miércoles en la Clínica Atacama de Copiapó, de donde fue dado de alta este viernes tras sufrir un cuadro severo de angustia, derivado de la sobreexposición mediática y la serie de actividades que él y sus compañeros han realizado los días posteriores al rescate.
“Presentaba un cuadro angustioso severo y consideramos necesario sedarlo. Los motivos los estamos analizando”, dijo Jorge Díaz, médico de la Asociación Chilena de Seguridad -donde se atienden los trabajadores- al diario La Tercera.
El cuadro de angustia era previsible en personas enfrentadas a una situación crítica por tan largo tiempo, explicó a la AFP el jefe de los sicólogos a cargo del grupo, Alberto Iturra.
“Una crisis de angustia era absolutamente esperable. En el último manual (de tratamiento médico) les dijimos que iban a vivir momentos muy emocionales, que iban a aparecer temores y sueños”, relató el médico.
Los mineros fueron rescatados el 13 de octubre y dos días después todos fueron dados de alta del hospital donde fueron trasladados tras emerger a la superficie salvo dos que se quedaron un par de días más, uno por una afección dental y otro por un cuadro de vértigo, que provoca náuseas y mareos.
Todos emergieron en buenas condiciones físicas y sin evidenciar inmediatamente las esperadas secuelas sicológicas por el extenso encierro a 700 metros de profundidad.
Pero “hay algunos que no debieron ser dados de alta (porque) están en una situación seria, muy seria, desde el punto de vista psicológico”, criticó el abogado Edgardo Reinoso, que representa a la mayoría de los mineros.
“Al verlos y conversar con ellos, hay algunos que no están bien. Uno o dos están muy mal desde el punto de vista psicológico”, agregó sin dar nombres.
Los médicos les recomendaron a los mineros descansar con un período de al menos 15 días, pero tras retornar a sus hogares les esperaban una serie de invitaciones a programas de televisión, entrevistas exclusivas a medios escritos y varias celebraciones, en una sobreexposición que tiene a varios mineros ya hartos.
Incluso uno, el minero Omar Reygadas, dijo el jueves que pensaba que estaba mejor en el interior de la mina.
El propio Peña participó en un programa de farándula el viernes pasado en el que lloró al recordar su experiencia y el martes asistió a una fiesta de gala organizada por un excéntrico millonario minero, donde también se le quebró la voz al tomar la palabra en nombre de sus compañeros.
En esa celebración algunos mineros se excedieron en el consumo de alcohol, al igual que en otras celebraciones familiares.
“Estamos hablando de alrededor de cinco a seis personas que han tenido problemas de manejo de alcohol, especialmente en las últimas celebraciones, las que no han ayudado al estado de los trabajadores”, explicó el doctor Díaz.
“Fue muy irresponsable invitarlos a una fiesta y darles trago sin ningún tipo de control, después de la situación por lo que pasaron”, criticó.
Para el sicólogo Iturra “después que se ha estado en la absoluta abstinencia durante dos meses, cualquier ingesta de alcohol puede ser muy violenta”. “Ellos han sido sometidos a invitaciones donde hay alcohol y obviamente que algunos pagaron los costos”, agregó a la AFP.
El equipo médico prepara terapias para los mineros y se ha asegurado de que los van a acompañar todo el tiempo que sea necesario.
Por Paulina Abramovich