martes 16 de septiembre de 2025
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VIDA SANA

Práctica milenaria para una vida plena. Por Adela Aichino

Ya es conocido los beneficios que el ejercicio físico tiene sobre la salud y la mente, una vida sedentaria favorece la aparición de patologías y no permite transitar una vida plena, tanto en el aspecto físico como en el psicológico.

Pero, qué tipo de ejercicio físico y rutinas es la adecuada para cada etapa de la vida? Es una pregunta que nos debemos hacer si estamos pensando comenzar con alguna de ellas, y, con total sinceridad evaluar la edad; estado físico; que agenda de trabajo o de estudio u otro tipo de compromisos tengo; mis hábitos (si soy fumador o no, si mi ingesta es sana o consumo mucha comida procesada, etc.).

Muchas personas de distintas edades comienzan rutinas en gimnasios o salen a correr sin ningún tipo de preparación previa o sin haber chequeado profesionalmente su verdadero estado físico. Es sabido que, en general, los parámetros respiratorios, la fuerza muscular, el estado de las articulaciones, la presión arterial, el equilibrio, el metabolismo, y otros, van variando con el pasar de los años. Seguramente un atleta de alto rendimiento tendrá una rutina especial de gimnasio, algunos buscarán un aumento importante de la masa muscular, otros potenciar la fuerza en alguna parte de su cuerpo, algunos hasta llegar a una hipertrofia muscular; pero la mayoría sencillamente desea tonificar músculos, obtener mayor resistencia y lograr un estado general de bienestar físico. Todo esto es válido dentro de un programa de ejercicios adecuados a fin de no causar lesiones, sobre todo a partir de los 50 o 60 años, si bien no hay una fecha fija.

Como Instructora de Actividad Física para Adultos Mayores considero que prevenir lesiones es el punto en donde se debe poner mayor atención, asimismo buscar nuevos ejercicios para motivar al adulto mayor a que no abandone la actividad física, ya que concurrir a un gimnasio tres o cuatro veces a la semana puede resultarle desalentador. Existen ejercicios sencillos, que incluso se pueden realizar en la casa, y que, dedicándole entre 15 y 30 minutos por día tienen un impacto notorio en la flexibilidad, la tonicidad muscular, la agilidad, el equilibrio y la mejora postural, lo cual impacta positivamente en lo psíquico y en lo espiritual permitiéndole al adulto mayor una vida de mejor calidad y mayor autonomía.

En este marco, y en este primer artículo, los voy a introducir en una práctica milenaria, proveniente de la antigua China, el Chi Kung o Qi Gong, una gimnasia energética, terapéutica para el cuerpo la mente y el espíritu, factible de practicarse en todas las edades y que está en la base de todas las artes marciales. Hace unos 5000 años ya se practicaba en lo que hoy es China una forma de gimnasia terapéutica. A lo largo de los años fue teniendo algunas transformaciones tanto en su nombre como en las prácticas, “Daoyin” en tiempos más antiguos como referencia a técnicas destinadas a incrementar la salud y el bienestar físico, psíquico y espiritual. Recién a mediados del Siglo XX se conoció a ese conjunto de técnicas y prácticas como Chi Kung dando nacimiento a innumerables escuelas. Cuando China se abre al mundo después de Mao tuvo lugar una internalización de esa disciplina, conocida como Chi Kung.

Un punto de partida fueron textos médicos y una pieza de seda sobre la cual había inscripciones y 44 figuras humanas realizando diferentes posturas y ejercicios corporales. A estos textos descubiertos en una tumba en Mawangdui en el Sur de China en la década de 1970 se lo bautizó como “Daoyin Tu” cuyo significado es “Ilustración de los Métodos de la Conducción de la Energía” o “Mapa Daoyin de Mawangdui”. Cada figura tenía a su lado un nombre que definía su función; a pesar del estado de la pieza se pudieron rescatar y sistematizar un número importante lo que permitió clasificarlos en cinco grupos.

El enfoque del antiguo Daoyin o el más reciente Chi Kung es la de prevenir y tratar la enfermedad a través del fortalecimiento del cuerpo y de la mente. Una serie de ejercicios que armoniosamente van combinando la forma de respirar, los estiramientos, las posturas estáticas como forma de guiar y redirigir el Chi o energía vital la cual no se debe estancar.

 

 

 

 

 

 

Lic. Adela Aichino – Instructira de Actividad Física para Adultos Mayores

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