Lo que parece lento, a veces es solo tiempo necesario para gestar algo que aún no está listo. Lo que parece estancado, puede estar madurando en silencio.
Intentarlo otra vez – cuando el cansancio pesa, cuando los resultados no llegan, cuando nadie aplaude – es un acto profundo de compromiso con uno mismo y con aquello que soñamos construir.
Todo llega a su tiempo. Pero no llega solo. Llega cuando vos seguís. Cuando apostás otra vez. Cuando decidís no darte por vencida, incluso cuando todo parecería justificarlo.
Y cuando llega… entendés que cada “otra vez” fue parte esencial del proceso.
Por: Vale Muda Directora en Grupo MEDIHOME valemuda.com.ar