Pero ¿os habéis parado nunca a pensar los grandes beneficios que tiene la práctica deportiva también en nuestra salud emocional? ¿Quién no ha tenido un mal día, donde todo te sale mal y después de una buena sesión de entrenamiento, se ha sentido mejor e incluso te cambia la manera de ver las cosas, más clara y con más optimismo?
Cuando hacemos actividad física, nuestro cuerpo libera una serie de sustancias químicas (endorfinas, serotonina… entre otras) que nos aportan sensación de bienestar y de felicidad, y también contrarrestan los efectos de los excesos de otras hormonas, como por ejemplo el cortisol, la hormona por excelencia del estrés.
¿Podemos afirmar, pues, que practicando actividad física podemos mejorar nuestra salud emocional? La respuesta es que rotundamente que sí. Existen estudios de investigación que han analizado los beneficios que produce la práctica deportiva sobre las emociones de las personas que lo practican (Hellison, 2003; Leith, 2002; Baker y Brownell, 2000). Algunos de los beneficios que proporciona la práctica deportiva sobre nuestra salud emocional son:
1. Reduce el estrés liberando tensiones mentales y físicas.
2. Favorece la relajación y mejora la calidad del sueño.
3. Aporta energía mejorando el rendimiento.
4. Mejora la capacidad de atención.
5. Mejora la autoestima y la auto motivación.
6. Aumenta la capacidad para generar emociones positivas.
7. Mejora la regulación de emociones y sentimientos.
8. Favorece mantener una actitud positiva.
9. Mejora nuestra competencia social.
10. Mejora nuestro bienestar emocional.
11. Aumenta nuestra capacidad para generar experiencias óptimas en todos los ámbitos de
nuestra vida, lo que conocemos como flow (Flow, M. Csikszentmihalyi 1990)
12. Facilita la concentración y la atención plena.
El deporte también es un gran “generador” de emociones que varían en función de la actividad deportiva que practicamos o de la que somos espectadores. ¿Quién no ha sentido nervios o excitación ante una final de un campeonato de baloncesto, tenis o una carrera de 100m lisos? ¿ o ha sentido que fluye al ver una competición de natación sincronizada o patinaje artístico…?
Lo importante, como dice el profesor Rafel Bisquerra (Universo de Emociones, 2015), es experimentar emociones, ya que las necesitamos para sentirnos vivos.
Si ya sabíamos de las grandes aportaciones del deporte para nuestra salud física, ¿no tenemos ahora aún más argumentos para practicar actividad física de manera regular e incorporarla en nuestra rutina, si es que todavía no lo habías hecho?