Protectia es la firma cordobesa que ofrecerá el servicio en Mendoza, para lo cual concretó acuerdos con las maternidades privadas. Fuerte debate por su utilidad, porque no hay una ley sobre el tema.
La conservación de células madre es materia de debate en el país. Por un lado, porque hasta ahora lo único que está probado es que sirven para trasplante de médula ósea ante enfermedades hematológicas y el resto de sus aplicaciones son sólo casos clínicos resultantes de la investigación médica. Y por otro, porque aún con la actividad que desarrollan 7 bancos privados y uno público, no existe una legislación sobre el tema.
De hecho, el Incucai mantiene en la Justicia una dura pelea con la cámara que nuclea a los bancos para que todas las células estén disponibles, independientemente de quién las recolecte y con qué objeto (ver aparte).
En este contexto abrió sus puertas en Mendoza Protectia, una firma cordobesa que ofrecerá a los interesados locales el servicio de criopreservación de estas células obtenidas del cordón umbilical para su propia utilización.
Para hacerlo realidad, ya concretó convenios con las maternidades privadas. La idea es que sean los mismos obstetras de estos centros quienes hagan la recolección entre las embarazadas que contraten el servicio, por U$S1.400 el primer año y luego U$S120 anuales para mantenerlo.
Así lo explicaron Omar Raimondo y Natalia Cano, responsables de la firma, en la presentación de las oficinas, ya que el banco propiamente dicho está en Córdoba.
“En el mundo hay muchas expectativas respecto al desarrollo de la medicina regenerativa y las investigaciones se hacen clínicamente; si no, no hay modo de hacerlas. Ya hay casos en los cuales se han podido regenerar huesos, los cirujanos plásticos aplican células madre en tratamientos de cicatrices y quemaduras, es decir, ya hay otras aplicaciones, además de contar con células madre si el niño desarrolla enfermedades como leucemia o talasemia”, indicó Cano.
Cuántas son necesarias
La obtención de las células se hace en el mismo momento del parto, ya que el médico debe conseguir del cordón umbilical y de la placenta como mínimo 50 ml de sangre, para garantizar que la dosis sea adecuada para un trasplante.
Cano explicó que “por convención, como mínimo se necesitan 50 ml y a veces podemos llegar a obtener de un cordón 200 ml. Esto es importante, porque para que el trasplante sea exitoso debemos obtener una cantidad de células madre determinada, entre 1,3 a 3 células por 10, elevando esa cantidad a la quinta potencia por kilo de peso de la persona en el momento de uso, lo que implica millones de células”.
La conservación se hace hasta los 18 años, debido a que en esta etapa de la vida aparecen mayormente las enfermedades tratadas.
Si luego de esa edad es necesario recurrir a las células, se hace un cultivo de las mismas para reproducir la cantidad acorde al tratamiento.
Las células madre se pueden obtener de cuatro maneras: del embrión –pero esto está prohibido en la Argentina–; de la médula ósea, es decir del interior de los huesos, del tejido adiposo y del cordón umbilical. La ventaja que tienen las obtenidas de esta última forma es que son las más indiferenciadas y, por lo tanto, mejor aceptadas por el cuerpo . La desventaja es que se recupera una cantidad menor.