sábado 20 de abril de 2024
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VIDA SANA

Alertan sobre las dietas populares que no suelen ser “milagrosas”

Según el especialista Gustavo Kliger, las famosas dietas “milagro”, hechas a medida del consumidor, pueden funcionar por un periodo corto de tiempo pero a la larga pueden generar efectos negativos irreversibles. A continuación algunos ideas para conocer un poco más acerca de las dietas “exitosas”.

“La dieta del chocolate, del yogur, exprés, antiestrés, del huevo, con nombres propios, primavera, cerrada, abierta., son algunas de las dietas populares que nos ofrecen resultados que decimos “esta es para mi”. Nos prometen una rápida pérdida de peso sin riesgos para la salud, bajar más de 5 kilos por mes, y sin esfuerzo”, asegura el doctor Gustavo Kliger, médico nutricionista, en una charla sobre ¿Las dietas mas populares son beneficiosas o pueden afectar a la salud? realizada en la Sociedad Cienttífica Argentina. 

“Pero al mismo tiempo, son muy restrictivas en energía, excluyen alimentos necesarios para la dieta, y pueden generar carencias, son desequilibradas en algunos nutrientes, muchas son abundantes en grasas saturadas, y son difundidas en televisión y revistas de moda”, detalla el especialista. Y agrega, “en uno o dos meses los kioscos se van a llenar de revistas con dietas dedicadas al régimen de la semana, que son mas bien una búsqueda de beneficios económicos que de la promoción de una dieta sana.

¿Cómo funcionan estas dietas?
Cuando comemos nos preparamos para un período de ayuno, tener reservas para 4 0 5 hs. La forma que tenemos de depositar energía para usar rápidamente, se llama glucógeno, nuestro organismo guarda ese glucógeno, y cuando iniciamos una dieta vamos a perderlo, a través de la orina, porque en la primer semana se pierde mucho liquido.

Entonces, cuando se acaba el glucógeno, el cuerpo recurre a la segunda vía más rápida de convertir algo en energía, eso es degradar el musculo para que los bloques de proteína, llamados aminoácidos, se conviertan en glucosa y sea fuente de energía.

El cuerpo tarda entre 2 a 3 semanas en adaptarse a que en el ayuno, los cuerpos cetónicos nos sirvan como fuentes de energía.

En síntesis, perdemos glucógeno, agua, proteínas. Resultado la persona luce mas delgada, y muchas veces mas delgado significa que tiene la misma panza de siempre pero con menos músculo.

¿Cuál es la diferencia entre bajar de peso y adelgazar?
Que es lo que buscamos cuando hacemos una dieta, bajar de peso, mantener el peso, vernos saludables, perder grasa.

Lo que sucede en las dietas de corta duración, como se orina mucho, se pierden minerales y vitaminas que no queremos perder, esto es lo real, no se pierde un gramo de grasa o se pierde mínimamente.
Por eso tenemos que tener claro si queremos perder peso o perder grasa, esta es la diferencia entre perder peso y adelgazar.

Es la grasa lo que queremos eliminar, es su exceso el responsable del sobrepeso y de la obesidad . Ahora quien sigue estas dietas asocia la pérdida muscular con el éxito del régimen. Los resultados son espectaculares, con la dieta que quieran.

Por eso hay que tener en cuenta determinados signos de alerta, un amigo me dice “no me dejan comer determinados alimentos, me incitan a comer otros, y desde que empece me siento débil, me duele la cabeza, estoy irritable, pero estoy contento por que perdí 6 kilos”.

Lo recomendable es adelgazar entre, 300 a 500 grms por semana, y con entrenamientos muy específicos es puede perder hasta un kilogramo. 

Al terminar o abandonar la “dieta milagrosa” se recupera el peso perdido en poco tiempo y con gran facilidad. Porque? porque en primer lugar se rehidratan estos tejidos y lo segundo que se recupera es grasa. 

¿Cómo detectamos una dieta milagrosa?
Vienen camufladas, aparece un experto diciendo “esto es lo último” esto es lo mejor,  prometen resultados fáciles, asombrosos, mágicos; antiguos secretos; quemadores de grasas; presentan relatos e historias con testimonios.

También se pueden auto administrar sin la participación de un profesional, atribuye proezas a determinados nutrientes, conllevan a consumir preparados que ellos mismos venden, contienen afirmaciones que sugieren que los preparados son seguros y naturales, y tienen un costo muy elevado.

Como nutricionista, debemos reconocer que algunos productos pueden ser lícitos, apropiados, porque son balanceados, y se pueden utilizar mientras no se extralimiten,pero cuidado con los otros, en general estos productos dan enormes beneficios a quienes los venden, y no a quienes lo consumen, y genera frustración.

¿Qué riesgos suscitan para la salud?
Producen estados de resistencia a la perdida de peso, originan déficit de nutrientes, riesgo cardiovascular, favorecen el desarrollo de una conducta alimentaria, trasmiten conceptos erróneos, fomentan el sentimiento de frustración, gastos económicos innecesarios, y la aparición de diversos síntomas asociados, entre otros.
El problema de estas Dietas Milagro, es el rápido recupero de peso, el efecto yoyo, que consiste en adelgazar rápidamente, recuperar el peso perdido al terminar la dieta, comenzar otra dieta para obtener el mismo resultado o incluso ganar mucho más peso y así sucesivamente.

¿Cuál es la dieta más recomendable?
La Dieta mediterránea, cuyas características principales son un alto consumo de productos vegetales (frutas, verduras, legumbres, frutos secos), pan y otros cereales (siendo el trigo el alimento base), el aceite de oliva como grasa principal, el vinagre y el consumo regular de vino en cantidades moderadas.
Aunque lo mas aconsejable es mantener una alimentación saludable, cuyos principios vienen determinados por la moderación, la variedad y el balance de la comida.

En la cuestión de la moderación, «no hay alimentos buenos o dañinos, sino que todo alimento es saludable si se consume con moderación».

Adelgazar no significa hacer dieta sino integrar buenos hábitos de por vida o incorporarlo de manera tal que uno deje de cuidarse, cambiar el estilo de vida. No hay nada que no se pueda comer, lo que engorda no es el flan con dulce de leche, lo que engorda es la segunda porción de flan con dulce, o el flan de todos los días.

Por Gabriela Suárez (Telam) 

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