Cada vez estamos más evidente que el aspecto psicológico tiene un rol activo en las mujeres y parejas que no logran el embarazo. Un estudio reciente así lo confirma respecto del estrés. Las mujeres con altos niveles de estrés tendrían menores probabilidades de quedar embarazadas.
INGLATERRA.- Un grupo de investigación británico liderado por la Dra. Germaine Buck Louis demostró estadísticamente que el estrés psicosocial percibido está significativamente asociado a tasas fertilidad reducida en la mujer. El estudio concluye que el estrés en la mujer reduce en por lo menos un 12% las probabilidades de la concepción.
Cuando la ansiedad y el stress se adueñan de la situación, es recomendable relajarse para poder reducir al mínimo estos factores cuando el embarazo no viene. El estrés y las emociones tienen un impacto en muchos de los sistemas del cuerpo humano y el sistema reproductivo no es ajeno a ello. Recurrir a algún tipo de apoyo complementario al tratamiento clínico va a potencializar sus resultados y aportar una nueva perspectiva y mejor calidad de vida en general; el paciente tendrá más herramientas para afrontar la angustia y depresión derivada de la patología en sí misma y de los posibles fracasos en los tratamientos.
La buena noticia es que existen diferentes estrategias para encarar el problema que se adecúe a las características, estilo de vida y personalidad del paciente.
Puede tratarse de la consulta o seguimiento psicológico individual, grupal o terapias complementarias. Un enfoque multidisciplinario es lo más efectivo para enfrentar el estrés y la angustia asociados a la infertilidad o simplemente para acompañar la evolución del tratamiento. La incorporación de terapias complementarias al tratamiento clínico de la infertilidad para el manejo del estrés de un modo ordenado, objetivo y desde dónde sus resultados puedan ser medidos, evaluados y corregidos se plantea como una opción real y científica para potenciar los resultados de los tratamientos.
En el proceso de búsqueda, lo ideal es promover la fertilidad desde una perspectiva integral.
Algunos problemas de fertilidad en la mujer están asociados a las exigencias de la sociedad moderna. La mujer de hoy ha sumado a su rol de madre o jefa de hogar, el de profesional, y el afán por querer desempeñarlos todos de manera eficiente conlleva una enorme carga de estrés. El estrés, asociado a la postergación de la maternidad hace que la mujer llegue al límite de lo biológicamente posible generando dificultades para concebir al primer hijo.
Es real, aunque no determinante en todos los casos, que los aspectos mentales, emocionales y físicos de la infertilidad están entrelazados. Es por eso que un tratamiento de infertilidad no debería abordarse sólo desde su aspecto clínico. Con la evolución de las técnicas diagnósticas, las causas psicológicas de la infertilidad han tomado una nueva dimensión y protagonismo. Hoy no dudamos de la íntima relación que existe entre los factores psicológicos y los fisiológicos y por eso es necesario tratarlos a todos por igual.